«(…) En otra ocasión se dejó decir que la norma de aborto terapéutico que finalmente publicó el Gobierno “permitiría el desmembramiento del bebé o su quema aplicándole un ácido“, algo que a todas luces era una mentira marca Diablo»
por: PulsoCR / 22 junio, 2021
*Por Geovanny Debrús Jiménez.
El diputado Jonathan Prendas quiere ser el presidente de una nueva comisión legislativa que investigará sobre el “Caso Cochinilla”, como el más impoluto de los actores políticos. Pero por supuesto que no lo es, no solamente por una causa penal que tiene en su contra, sino por su conducta reiterada como el diputado, posiblemente, que más se vale de información falsa.
Tiene una causa penal en la Fiscalía por un viaje que hizo a Barcelona y aparentemente fue financiado por la empresa de telecomunicaciones Huawei. Por ese supuesto delito tiene una causa abierta sobre la que no se ha referido en nada.
Solamente hace unos días, Prendas fue descubierto en una mentira más, cuando dijo que el Ministro de Hacienda quería ponerle un impuesto al Sinpe móvil, cuando se trataba de establecer un mecanismo para cobrar el IVA mediante esas transacciones bancarias en caso de que se trate de ventas. Nunca se pretendió crear un impuesto, como había dicho el diputado.
El recuento es grande si revisamos la cantidad de reiteradas mentiras que los medios le han sacado desde que es diputado y entra en el espacio de lo absurdo, sin ninguna vergüenza. Hagamos un recuento breve esta vez.
Véalo usted mismo: el pasado 1 de abril de 2020 dijo que estaba de acuerdo con una cuarentena general y que la restricción vehicular es indispensable:
Pero el 2 de abril publicó en su Twitter que la restricción es inconstitucional y que por eso acudirá a la Sala Constitucional:
Sus acusaciones reiteradas sin fundamentos y mentiras ya demostradas varias veces (en este artículo se hace un recuento también) son parte del cuadro de este político tercermundista, que aún piensa que para lograr adeptos debe destruir al contrincante antes que estudiar y proponer con seriedad y con respaldos.
Política del siglo pasado que ha ido quedando atrás poco a poco.
En otra ocasión se dejó decir que la norma de aborto terapéutico que finalmente publicó el Gobierno “permitiría el desmembramiento del bebé o su quema aplicándole un ácido“, algo que a todas luces era una mentira marca Diablo:

También, para más señas, dio un dato falso sobre el desempleo en Costa Rica al incluir un rubro que el INEC no toma en cuenta para el cálculo de ese indicador en Costa Rica.
¿Con qué propósito tanta mentira? Naturalmente para joder al Gobierno pero con un discurso falso, que mientras habla de oposición responsable hace exactamente todo lo contrario.
Intereses cuestionados
Pero el asunto con este congresista no solamente pasa por su discurso lleno de falsedades, sino por hechos que confirman su arrimo con intereses cuestionables en contra del mismo pueblo. Dos ejemplos, pero son decenas: su oposición irreflexiva y cínica a la ley contra la usura bancaria que tanto beneficio trae a cientos de miles de costarricenses y el apoyo a la pesca de arrastre que tanto daño hace nuestros mares.
Para seguir, este diputado, además, defendió abrir las iglesias durante la pandemia más grande e impactante que ha tenido la humanidad desde la gripe española hace 100 años. ¿Por qué pretender enfermar incluso con peligro de muerte a sus seguidores?
Ni siquiera hablemos de su oposición -y la de su grupo de políticos confesionales- a derechos humanos de las minorías o de su pretensión de imponer su fe y creencias por encima de los derechos internacionales más importantes, o su oposición a que estos Derechos Humanos sean enseñados en nuestras escuelas.
Hablemos también de cómo este señor quiso arrogarse como obra suya un gran esfuerzo interinstitucional y de varios gobiernos del país para ingresar a la OCDE, una organización de primer mundo.
Y esa contradicción y politiquería no es nueva, en una oportunidad dijo que, gracias a la oposición responsable de su partido se había podido superar la crisis fiscal y financiera de Costa Rica mediante la reforma fiscal, pero él y su partido votaron en el Congreso todos los proyectos en contra. Y este señor, para más señas, es el líder del Partido Nueva República y mano derecha de Fabricio Alvarado.
Uno sencillamente no puede imaginar que este congresista que se define a sí mismo como especialista en comunicación política y politólogo piense que sus expresiones realmente logren el agrado de los votantes.
La críticas y las percepciones sobre los problemas nacionales son necesarias, como la oposición y la correlación de fuerzas en una democracia sana como la nuestra, pero cuando esa crítica está fundamentada, es seria y se basa en razonamientos responsables, no develando un odio y una inconsistencia moral y ética como le hemos visto a este actor de la política nacional.
Otra amenaza Prendas
Y el legado Prendas no terminaría ahí, porque ahora su hermano, Francisco Prendas, está sembrado como primer lugar por la provincia de Heredia por el Partido Nueva República, la amenaza de continuar esta politiquería tan baja y llena de mentiras que ensombrece a un país y nos sigue arrastrando por la senda del tercermundismo. Ojalá (Dios quiera) el elector herediano comprenda y saque esa casta de gente educada que no apoya la mentira, la falsedad o estos comportamientos.
De hecho, ya Francisco Prendas había censurado por Facebook por difundir noticias falsas, de tal manera que esa actitud no solamente es de familia, sino de partido político, porque ya en múltiples oportunidades se acusó también a otros diputados y diputadas fabricistas reproduciendo contenidos falsos, que varios medios de comunicación como La Nación, Delfino, Doble Check, entre otros, han revelado.
Podríamos seguir, pero el punto está muy claro. Nos queda el aprendizaje a los costarricenses, esa forma que tenemos de enterarnos cuando hicimos algo mal, pero podemos rectificar cuando el momento llegue.
*Debrús Jiménez es comunicador social, politólogo, educador y gestor cultural.
*La opinión expresada en este espacio no necesariamente representa la línea editorial de PULSOCR, sino exclusivamente responsabilidad de su autor.