El diputado, pastor y precandidato presidencial, Melvin Núñez Piña, afirma que para ser candidato presidencial por Restauración Nacional se deben cancelar ¢10 millones. Si usted desea aspirar a formar parte de la papeleta de diputados, la cifra baja a ¢7 millones.
por: Esteban Mata / 21 julio, 2021
El diputado, pastor y precandidato presidencial, Melvin Núñez Piña, afirma que para ser candidato presidencial por Restauración Nacional se deben cancelar ¢10 millones.
Si usted desea aspirar a formar parte de la papeleta de diputados, la cifra baja a ¢7 millones.
Así lo confirmó el legislador a Diario Extra, en una publicación donde ratifica su deseo e interés de ser el nuevo aspirante por Restauración.
Y así como los apóstoles siguieron las huellas de su maestro, Melvin Núñez pretende seguir las huellas de Fabricio Alvarado, quien primero fue diputado por Restauración Nacional y luego candidato presidencial (luego vinieron los encontronazos y enojos que hicieron que el salmista fundara el partido Nueva República).
Pero volvamos a Restauración. El partido del sol y la bandera azul tiene por ahora dos precandidatos identificables. A parte de Núñez Piña, el también diputado y expresidente del Congreso, Eduardo Cruickshank, aspira a ser candidato para el 2022.
Cruickshank ha mantenido su posición en baja voz, sin embargo es un tema de conversación entre los asesores y diputados que caminan por los pasillos de la Asamblea Legislativa.
Una campaña sin religión
Pese a su naturaleza evangelizadora por naturaleza y su discurso de valores cristianos, además de ser una bancada conformada por al menos cuatro pastores evangélicos, el presidente del Partido, Carlos Avendaño, ha dicho previamente que esta campaña Restauración dejará de lado el aspecto religioso en sus discursos.
Esta posición responde a un reclamo realizado por la Alianza Evangélica Nacional, que en múltiples ocasiones ha manifestado su oposición a que los partidos políticos monten su discurso desde el púlpito de los cultos cristianos, sin embargo, esto es algo difícil de controlar, pues cada pastor o pastora tiene libertad de moderar lo que pasa a lo interno de sus puertas.
A esta tesis también se ha plegado el salmista Fabricio Alvarado, quien ha dicho públicamente que en esta ocasión no habrá discursos políticos cuando asuma un micrófono en un culto.
Alvarado es salmista evangélico y realiza giras por América Latina junto a su esposa, la “profeta” Laura Moscoa.