Ortega y la paradoja de sus muertos: la violencia es por la seguridad social


Sí, aunque se lea paradójico, el gobierno de Daniel Ortega lanzó a las calles de Nicaragua su artillería más voraz, para contener a un pueblo enfurecido por reformas sociales injustas. Nicaragua ya con diez muertos, en batallas que toman tintes de guerra civil.


por: Esteban Mora / Esteban Mata / 23 abril, 2018

Ni cristiano, ni democrático, pero sí paradógico. El gobierno de Daniel Ortega carga ya con diez muertos en medio de la violencia y la contradicción: las protestas en Nicaragua se basan en el reclamo de reformas impuestas por decreto para, en teoría, salvar el Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS), pero que en la práctica hundirían aún más en la miseria a los pensionados del segundo país más pobre de América.

La ola de violencia, censura a los medios de comunicación y el caos se apoderaron esta semana de Managua, que desde el miércoles recuerda epidosios oscuros de guerra civil en un país que hoy vive oprimido por una dictadura disfrazada de democracia, ahogada en un discurso de hipocresía cristiana donde ya se encerraron a más de medio centenar de oficiales de la Policía Nacional que se negaron sumarse a la represión.

Pero, ¿a costa de qué tanta violencia? En las últimas semanas los principales medios de comunicación con alguna independencia editorial en Nicaragua avisaban este lunes sobre las reformas vía decreto que el gobierno de Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo, intentaban aprobar para salvar el régimen de pensiones y montos de cotización del INSS, un tema que no es extraño para Costa Rica, cuyo régimen de pensiones ya está en las últimas.

Las polémicas reformas vía decreto -de todas formas el parlamento nicaragüense solo es una pose luego de la destitución de 28 diputados en 2016- quedaron en firme el miércoles, al ser publicadas en el diario oficial La Gaceta.

Los cambios al INSS, planteados para entrar en vigor este 1 de julio, obligaría a los cerca de 200.000 pensionados a través del régimen de esta entidad de seguridad social, a cotizar un 5% de lo que reciben.

En el caso de los trabajadores, la reforma los obliga a aumentar su cotización, que pasaría del 6,25% a un 7%, mientras que las empresas y empleadores tendrán que subir su cuota, pasando del 19 al 21%, pero el incremento seguiría subiendo de forma gradual hasta llegar al 22,5% en el 2020, reseñó la tarde del viernes BBC Mundo.

El miércoles, solo dos días después del anuncio del INSS, el presidente Daniel Ortega oficializó las reformas de manera unilateral a través de un decreto publicado en el diario oficial del Estado.

La medida abrió los fuegos de protesta en esta nación centroamericana, que hasta el viernes registró 10 decesos.

Con el grito en el cielo

Los muertos que ahora pesan sobre el régimen de Ortega y Murillo encendieron las alertas internacionales y mientras el matrimonio se mostró profundamente ofendido por daños a los árboles metálicos con los que su gobierno adorna las calles de Managua. Las protestas, encabezadas en especial por grupos de estudiantes, llenaron de fuego y plomo las calles de Managua, Estelí y León de acuerdo con el relato de las principales cadenas de noticias y redes sociales, que literalmente despertaron a un país que vivía en una aparente calma bajo la bota todopoderosa de Ortega.

La Oficina del Alto Comisionado de la ONU llamó a las autoridades nicaragüenses a actuar para “evitar nuevos ataques contra los manifestantes” y garantizar su derecho a la libertad de expresión y el presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa, Gustavo Mohme, dijo que la censura de los canales “desenmascara el autoritarismo de un gobierno que en sus once años solo ha buscado desmantelar al Estado para su propio beneficio y el de sus familiares”, atribuyó el viernes BBC Mundo.

La iglesia Católica también intervino. Este sábado una veintena de sacerdotes, encabezados por el cardenal Leopoldo Brenes y el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, llegaron a la Catedral Metropolitana, para dar su apoyo a los estudiantes.
“Tengan cuidado. No se dejen segar por ideologías políticas. La causa de ustedes es una causa de justicia social. El Papa continuamente lo dijo: las ideologías hacen daño, porque tienen una mirada parcial de la realidad. Con las ideologías hay que estar atentos porque buscan sus propios intereses, económicos y políticos. Y el Papa(Francisco) ha dicho una cosa muy importante con respecto a las ideología: las ideologías piensan por el pueblo, pero no están dispuestas a dejar pensar al pueblo”, dijo Báez.

Costa Rica y el racismo

En medio de la la efervescente agresión en las calles de Nicaragua el gobierno de Ortega señaló a Costa Rica de racista la tarde de este jueves en una carta de dos páginas que entregó en la embajada costarricense, informó la Casa Amarilla a la prensa tica.

El oficialismo nicaragüense sacó las uñas contra los vecinos del sur, luego que Costa Rica pidió que se respetaran los derechos humanos en las manifestaciones de estudiantes furiosos que se oponen al decreto ejecutivo de una serie de reformas sociales.

“Hacemos un llamado para que todos los derechos humanos se respeten, para que no hayan actos de violencia y sobretodo para que esto se pueda solucionar por vías pacíficas y por medio del diálogo”, dijo el director general de política exterior de Costa Rica, Christian Guillermet.

Además, Guillermet exhortó al gobierno pinolero a “mantener siempre la paz social. En ese sentido creemos que no contribuye mucho el hecho de cerciorar la libertad de expresión”.

Cancillería reaccionó ante la situación que vive Nicaragua, luego que este mismo jueves el Gobierno nicaragüense cortó la señal de dos de los principales medios de comunicación independientes y la transmisión del canal de la Conferencia Episcopal, informó El País, de España.

A la mordaza hacia la prensa hay que sumarle la muerte de al menos dos estudiantes y un policía, que perecieron producto de los enfrentamientos entre civiles y autoridades, al momento en que Costa Rica se pronunció.

“Hacemos un llamado al gobierno de Nicaragua, para que en el respeto tradicional de los derechos humanos, para que también reconsidere la posición del cierre de ciertos medios de comunicación”, Christian Guillermet, director de política exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica

A pesar de la situación de descontrol que azota al pueblo pinolero, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua, respondió los llamados de atención de Costa Rica, en la misiva conformada por seis puntos y emitida bajo el oficio MRE/VM.AMM/0418.

En el texto oficial, y a pesar de las represiones a su pueblo, Nicaragua critica a Costa Rica por supuestamente darle trato inhumano a los más de 287mil nicaragüenses inmigrantes censados en 2015.

“Les recordamos que ese tratamiento poco civilizado, nada humanista y de ninguna manera cristiano, no corresponde con las Convenciones Internacionales sobre derechos humanos o derechos de las personas migrantes, que entendemos han sido suscritas por el Estado Costarricense”, suscribe el Ministerio de Relaciones Exteriores pinolero.

LEA LA CARTA COMPLETA AQUÍ:

“El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional toma nota de las Declaraciones del Director de Política Exterior de la Cancillería de Costa Rica, y sobre el particular expresa:

Las Políticas del Gobierno de Nicaragua no son competencia del Gobierno de la República de Costa Rica
Las Particularidades de nuestra política Interna y las circunstancias en que nuestro Gobierno toma Decisiones de Estado, no son competencia ni del Estado, ni del Gobierno de Costa Rica.

Les recordamos que el Gobierno de Nicaragua siempre ha reclamado al Gobierno de Costa Rica por el tratamiento discriminatorio, denigrante,excluyente, y muchas veces racista, que reciben allá nuestr@s Herman@s (sic.) nicaragüenses, incluyendo las multas que recientemente se han aprobado.

Les recordamos que ese tratamiento poco civilizado, nada humanista, y de ninguna manera cristiano, no corresponde con las Convenciones Internacionales sobre derechos humanos o derechos de las personas migrantes, que entendemos han sido suscritas por el Estado Costarricense.

El Gobierno de Nicaragua llama la atención del Gobierno de Costa Rica sobre los principios de no injerencia y no intervención en los asuntos internos de otros Estados y pueblos, y le recuerda que todos somos dignatarios de obligaciones internacionales que nos exigen respeto a la Soberanía y a las decisiones nacionales.

Todas sus consideraciones sobre las políticas nicaragüenses y del Estado nicaragüense, solo corresponden a nicaragüenses que vivimos y trabajamos en un país libre, donde la esperanza anima nuestros pasos para seguir luchando contra la pobreza”.

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