Las maromas de Gonzalo Ramírez, el presidente del Congreso


En la vida hay maromas de maromas, para salvarnos, para ganar, para divertirnos, para alegrar, pero no hay ninguna maroma como las legislativas. Esta maroma inicia con algunos nombramientos de la gente cercana al presidente del Congreso, Gonzalo Ramírez.


por: Esteban Mata / Esteban Mora / 29 abril, 2018

Esta maroma empieza con un portillo. Una puerta, un hueco legal que permita hacer lo que de otra manera sería imposible. En este caso, la potestad de los diputados que forman parte del Directorio legislativo para nombrar funcionarios de confianza y colaboradores fieles dentro de puestos claves en el Congreso.

Este es el caso del presidente de la Asamblea Legislativa, Gonzalo Ramírez (también compañero de Abelino Esquivel como diputados del Partido Renovación Costarricense y de Directorio), quien al cierre de su mando parlamentario logró colocar a su asesor Freddy Camacho como director del Departamento Legal del Congreso.

La colocación de Camacho en el cargo, sin que hasta ahora se conozca un estudio técnico para su recomendación, va en contra del criterio técnico de Reina Marín, quien en su último aliento laboral, pidió promover a una de sus funcionarias de confianza para el cargo.

“La maroma aquí consistió en evitar el criterio técnico de la propia Reina Marín para meter a su jefe de despacho en ese puesto sin que su voto se reflejara como un eventual tráfico de influencias”

Pese a objecciones a lo interno del Directorio de diputados que no compartían el afán de Ramírez de impulsar el nombramiento, Camacho fue puesto en la dirección del departamento Legal.

Dato duro: en febrebro de este año, se soltó en el Congreso el rumor de que el presidente legislativo se iba a dejar el cargo de Reina Marín. El diputado rechazó esta posibilidad, y aseguró que él no se quedaría en ningún cargo legislativo, como sí lo han hecho otros diputados en el pasado, que aprovechan su paso por Cuesta de Moras para amarrar una plaza para ellos.

Pero no. Lo cierto del caso es que el puesto no terminó en sus manos, sino en uno de sus principales asesores, su jefe de despacho, un hombre de confianza, de tanta confianza que fue el que incluyó una biblia, literalmente, en la cápsula del tiempo que Gonzalo Ramírez enterró en la cápsula del tiempo de la primera piedra del nuevo edificio legislativo. Así de estrecha es su relación.

La maroma aquí consistió en evitar el criterio técnico de la propia Reina Marín para meter a su jefe de despacho en ese puesto sin que su voto se reflejara como un eventual tráfico de influencias.

Al respecto, el presidente legislativo contestó:

“El nombramiento en la dirección Legal, lo hizo el Directorio Legislativo en marzo pasado y en este caso también se consideró que la carrera administrativa es para todos los funcionarios que cumplan con los requisitos del puesto y no exclusivamente para los que están dentro de un Departamento. El nuevo director interino, Freddy Camacho, es un profesional en Derecho y Administración de Empresas, con la más de amplia experiencia en derecho parlamentario pues ha ocupado cargos de responsabilidad en distintos departamentos de la Asamblea, incluyendo el área de Servicios Técnicos”.

Sin embargo, el proceder de Ramírez en este y otros casos le acarreó enfrentamientos con personal administrativo, incluido un conflicto con el director de Recursos Humanos de la Asamblea, Hugo Cascante, quien al estar en contra de las decisiones de Ramírez, se ganó una suspensión que terminará este 2 de mayo.

El administrador que terminó en puesto de cirujano

Cascante fue reemplazado por Juan José Chotto, jefe de área en el departamento de Recursos Humanos que a criterio de Cascante contribuyó a que se impulsara la apertura del proceso con el que se le suspendió.

Chotto no se quedó en el puesto, y de acuerdo con fuentes legislativas, el ambiente en la dirección de Recursos Humanos no le esperaría el mejor ambiente cuando se reincorporara Cascante.

Aquí es donde se genera otra de las maniobras de Ramírez, que terminó siendo aprobada por el Directorio legislativo: Chotto, quien tiene un perfil de administración pública, terminó como subdirector del departamento de Servicios Médicos de la Asamblea Legislativa.

El asunto no sería raro a no ser que, el principal requisito para ser subjefe del departamento de Servicios Médicos es… ser médico cirujano, y de eso, Chotto, hasta donde se entiende, no lo es, ni de lejos.

Chotto logró ser nombrado como subdirector interino en el departamento de Servicios Médicos pese a que un acuerdo del Directorio legislativo del 29 de enero del 2013 obligaba como ya se dijo, que el cargo lo ocupara un médico cirujano, incorporado al colegio profesional respectivo.

Para Ramírez esto tiene la siguiente explicación:

“Se trata de un nombramiento interino que hizo el Directorio Legislativo considerando que este funcionario cumplía plenamente los requisitos para ocupar este puesto. En este momento de las personas que laboran allí ninguna cumple requisitos, y se requiere atender la labor administrativa de dicho departamento la labor sustantiva está resuelta y abarcada por los profesionales médicos, los sicólogos, terapeutas etc”(sic).

Entonces, bajo la lógica del presidente legislativo, como solo había médicos y no cirujanos que cumplieran con el requisito, entonces pusieron a un administrador y para ello se respaldó en un criterio de Recursos Humanos que le calzó como guante… de cirujano.

“De acuerdo con el criterio externado por Cascante Mico, director del departamento de Recursos Humanos en enero 2018, secundado por respuesta administrativa del DEI. Se valoró también que Chotto conoce muy bien la realidad administrativa del departamento de servicios médicos, que en este momento se requiere atender con urgencia”.

Esta situación, ya rara de por sí, se enrarece aún más cuando se toma en cuenta de que, para nombrar a Chotto, era necesario que el espacio quedara libre, y el espacio quedó libre gracias a que la subdirectora de Servicios Médicos recibió una promoción: Ahora ella es la directora de Servicios Médicos, y se llama Marisol Campos Arias.

Pero ¿cómo llegó Campos a ese puesto?

El doctor Mario Martínez, quien por más de 20 años fue director de Servicios Médicos, había anunciado su retiro para la segunda semana de mayo, sin embargo, sin razón aparente y sin que lo haya explicado hasta ahora, adelantó esa decisión, lo que benefició directamente a Chotto, quien se pudo acomodar en ese puesto y ya no recibirá a Cascante en la oficina de Recursos Humanos.

Sobre este nombramiento pesa una denuncia ante el Juzgado de los Contencioso Administrativo, donde se estudian medidas cautelares para frenar el nombramiento, lo que pueden leer con detalle los lectores de PulsoCR en otra entrega de este trabajo.

Ramírez logró poner además asesores en otras depedencias legislativas, una situación que para muchos es recurrente y costumbre de cada diputado y sobre todo, cuando se sientan en una de las sillas del Directorio legislativo, con una práctica que es vista con recelo y que hace recordar el artículo 57 de la Ley contra la Corrupción y el Enriquecimiento Ilícito, que señala:

“Artículo 57.-Influencia en contra de la Hacienda Pública. Serán penados con prisión de dos a ocho años, el funcionario público y los demás sujetos equiparados que, al intervenir en razón de su cargo, influyan, dirijan o condicionen, en cualquier forma, para que se produzca un resultado determinado, lesivo a los intereses patrimoniales de la Hacienda Pública o al interés público, o se utilice cualquier maniobra o artificio tendiente a ese fin”.

Pero el diputado está seguro que su accionar está lejos de esta conducta, ya que en su criterio, los funcionarios promovidos cuentan con los requisitos (cambiados a último momento) para estar en sus puestos.

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