Hoy, el reto nacional es grande y la visión de política pública en materia energética implica ver -más allá- de sólo una tecnología, conlleva avanzar sobre la base de una visión de largo plazo sobre el futuro de Costa Rica en materia.
por: PulsoCR / 20 abril, 2021
*Por Susana Rodríguez Zúñiga
Costa Rica puede ser pionero en la región en el desarrollo del hidrógeno verde. Para esto, no sólo debe existir la complicidad y trabajo coordinado entre política pública e iniciativa privada, medular resulta, tener de base una apuesta clara en asumir la transición energética con nuevas tecnologías para reinventar los mercados.
Varios países del mundo, entre ellos Costa Rica, firmaron el Acuerdo de París como una acción decidida y valiente para enfrentar el cambio climático y su impacto al medio ambiente. Hoy, el mundo enfrenta uno de sus mayores retos en materia de ambiental y las decisiones desde la política públicas son -quizá- el más importante desafío para generar actividades económicas que promuevan el desarrollo país y a su vez, contribuyan en el cumplimiento de los acuerdos mundiales en esta materia.
Consecuencia de lo anterior, se da un auge de tecnologías innovadoras que han permitido transformar las matrices energéticas de cada país hacia tecnologías limpias, no sólo en la generación eléctrica, si no también en los diversos usos de la energía.
El Hidrógeno es hoy la apuesta más reciente junto con el almacenamiento de energía, en el contexto que el fenómeno disruptivo impone. Lo cual, no debe sorprendernos, puesto que, ya en el pasado discusiones similares se dieron con la irrupción de tecnología fotovoltaica, eólica o inclusive con aplicaciones como los vehículos eléctricos, todas hoy día adaptadas y poco ajenas en nuestra cotidianidad.
Uno de los pilares que plantea la International Renewable Energy Agency (IRENA) -por sus siglas en inglés- en su informe para formulación de políticas asociadas al hidrógeno verde es la construcción de estrategias nacionales, dando inicio con el establecimiento de programas de investigación y desarrollo para comprender los fundamentos de la tecnología y desarrollar el conocimiento.
Países de América Latina, como el caso de Chile, ha anunciado la ruta a seguir para desarrollar la actividad del hidrógeno, cuya estrategia nacional de hidrógeno verde parte del fortalecimiento local para posteriormente apostar a mercados globales con metas al 2025-2030 y posterior.
Colombia por su parte, apuesta por una ley que enmarque las iniciativas y genere un marco regulatorio para promover innovación, investigación, producción, uso y emprendimientos enfocados en el mercado del hidrógeno verde.
En el caso de nuestro país vecino Panamá, se ha presentado -con firmeza- como un puente con el mundo para exportar hidrógeno, aprovechando la infraestructura existente y estratégica a través de su Canal.
En el caso Costarricense, el país debe avanzar en una política pública que permita generar las condiciones idóneas para apostar por una economía de Hidrógeno verde.
El Plan Nacional de Descarbonización y más recientemente el proyecto de ley 22.392 son dos claros ejemplos de que se puede avanzar con esta tecnología y la consolidación de una economía -al menos local- del hidrógeno; sin embargo, en la práctica ninguna de las dos normativas impulsadas por el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo han avanzado lo suficiente para lograr los fines esperados, por supuesto, este proceso requiere tiempo pero debemos como país iniciar su discusión a la brevedad, no sólo desde su enfoque político, si no desde los múltiples puntos de vista, frente al surgimiento de una nueva tecnología y la economía asociada a esta.
Hoy, el reto nacional es grande y la visión de política pública en materia energética implica ver -más allá- de sólo una tecnología, conlleva avanzar sobre la base de una visión de largo plazo sobre el futuro de Costa Rica en materia.
Destaco de la estrategia planteada por Chile que “un inicio tardío significaría renunciar a oportunidades”. Costa Rica puede aprovechar su actual infraestructura e institucionalidad para dar un paso -decidido y sin sesgos- a nuevas tecnologías, hoy la del hidrógeno, mañana serán nuevos mercados.
*Rodríguez es Investigadora Asociada de Lead University.
*La opinión expresada en este espacio no necesariamente representa la línea editorial de PULSOCR, sino exclusivamente responsabilidad de su autor.