El legislador, mano derecha de #FabricioAlvarado en el Congreso, obvió datos de la OMS, el INEC y el Ministerio de Salud, poniendo en riesgo a las madres con embarazos de alto riesgo.
por: Esteban Mata / 29 enero, 2019
El día empezó con un cielo azul y un sol amarillo refulgente. Cabe aclarar que no era la bandera de Restauración Nacional, pues ese es otro partido. Cabe aclarar que esta crónica relata solo hechos confirmados por fuentes directas y que por lo tanto, responde a un relato interpretativo sobre un hecho de interés público: la falsedad sobre un planteamiento que, de ponerse en práctica, pondría en riesgo la vida de miles de mujeres.
Si bien el tono no es solemne, se debe a que el protagonista del relato así lo estableció con sus parámetros de rigurosidad, y siendo como es, un diputado y periodista, entendemos que entiende el carácter y tono del artículo. Haciendo esta salvedad completamente subjetiva, procedemos a recordar que ese día, en su agenda, el diputado Jonathan Prendas, del bloque independiente denominado Nueva República, tenía previsto liderar una conferencia de prensa de carácter importantísimo para el país: asegurar que ‘No hay enfermedad provocada por el embarazo que demande la muerte de la madre’.
Bajo esta premisa, el legislador, mano derecha del excandidato presidencial Fabricio Alvarado en el Congreso y un importante aliado del sector político evangélico en el país, había articulado, durante días y días con más de seis bloques legislativos para poner de manifiesto un proyecto revolucionario que marcaría un hito en el sistema de salud del país.
Pero para ello, Prendas se fundamentó en una inexactitud que podría bien caber en la categoría de la mentira. Mintió el diputado Prendas al afirmar que «no hay enfermedad provocada por el embarazo que demande la muerte de la madre».
Pese a que desde 1970 (sí, hace más de 48 años) el Código Penal establecía ya la impunidad de la aplicación del aborto para salvar la vida de la madre. Pese a ello, muchos médicos prefieren que la madre sufra, pues sus prejuicios morales y religiosos se imponen sobre su juramento hipocrático.
Esto pese a que solo basta googlear en un navegador cualquiera las palabras: «muerte por enfermedades causadas por embarazo», para que aparezca en la primera búsqueda el sitio de la Organización Mundial para la Salud (OMS), donde la página informativa señala que:
- Cada día mueren aproximadamente casi 830 mujeres por causas prevenibles relacionadas con el embarazo y el parto.
- Un 99% de la mortalidad materna corresponde a los países en desarrollo.
- La mortalidad materna es mayor en las zonas rurales y en las comunidades más pobres.
- En comparación con otras mujeres, las jovenes adolescentes corren mayor riesgo de complicaciones y muerte a consecuencia del embarazo.
- La atención especializada antes, durante y después del parto puede salvarles la vida a las embarazadas y a los recién nacidos.
- La mortalidad materna mundial se ha reducido en alrededor del 44% entre 1990 y 2015.
- La meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es reducir la razón de mortalidad materna (RMM) mundial a menos de 70 por 100 000 nacidos vivos entre 2016 y 2030.
Y si se quisiera tropicalizar el informe de la OMS, pues tenemos en este país amplios estudios del Ministerio de Salud y de la CCSS sobre los riesgos asociados a embarazos delicados.
Y si no quisieran los detalles médicos, pues los números del Instituto Nacional de Estadística y Censo están a un ridículo click de distancia. El informe Mortalidad Materna y su evolución reciente, 2016, señala en su primera línea (sí, en la pura primera línea, no hay ni que esforzarse por buscar el contenido): «La mortalidad materna constituye uno de los principales problemas de salud pública a los que se enfrentan los países de nuestra región,
su prevalencia evidencia serias limitaciones al ejercicio del derecho a una maternidad segura que tienen las mujeres, y que puede estar relacionada con debilidades en los sistemas de salud, principalmente en la detección y tratamiento oportuno de condiciones que pueden afectar su salud, durante el embarazo, parto o puerperio».
De seguido, el INEC apunta que «en el país, la mortalidad materna se considera un problema de salud pública dado que, si bien se han logrado disminuciones importantes en los últimos 20 años, de acuerdo a los análisis realizados por el Ministerio de Salud, cerca del 60% de dichas muertes son prevenibles», pero paradógicamente el bloque «Provida» no previene la muerte de las madres.
«Muertes prevenibles» , «Muertes prevenibles».
Conferencia de Prensa de los diputados de Nueva República junto con otros Diputados ProVida sobre el Proyecto de Ley de los Derechos del Niño y La Niña por Nacer.
Posted by Partido Nueva República on Monday, January 28, 2019
En el periodo de 2007 al 2017, en Costa Rica se ha dado la muerte de 189 mujeres durante el embarazo, una cifra que asusta tanto como los 313 femicidios destacados por el Observatorio de Violencia de Género del Poder Judicial en el mismo periodo. Para la consulta de rigor (como corresponde a un periodista profesional como se supone es el señor Prendas), aquí queda el link de la fuente.
Es decir, el legislador del bloque Nueva República, ni siquiera fue capaz de buscar una fuente directa y documental que sostuviera su planteamiento. Y sobre este planteamiento, pretende aprobar un proyecto de ley que impida la aplicación del aborto terapéutico, y este tema debe preocupar, pues no se habla en este artículo de la destitución de Luis Diego Arnáez de la Liga Deportiva Alajuelense, sino del riesgo de muertes de cientos de mujeres que día a día dan a luz en el país.
Cabe alertar a la población (es función de todo periodista hacerlo), que Prendas, como uno de los líderes de Nueva República junto al excandidato presidencial Fabricio Alvarado, promueve la consolidación de su partido político para llenar las municipalidades de todo el país con políticos que comparten estas estrategias.
La absurda mentira y el desmentido vergonzoso

El diputado Prendas, haciendo uso de su capacidad de convocatoria, montó en su barco del infortunio a diputadas y diputados de otras cinco agrupaciones políticas, que al tenor del discurso provida, saben que pueden ganar adeptos, a través del discurso sensible, que es capaz de hacer que una universidad privada promueva una carrera de medicina con un muñeco de estereofón de seis metros con forma de bebé embutido en una panty media.
No contento con eso, el legislador, convencido de que su discurso iba a poner a la opinión pública a aborrecer la norma técnica que permitiría evitar la muerte de madres que corren riesgo de morir a la hora del parto, se dejó poner en su boca, en conferencia de prensa, palabras del también conservador Andrés Castillo, presidente del colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica, quien también tiene recelo sobre la norma, prefirió desmentir al diputado.
Porque aunque sea difícil de escribirlo, y se preferiría no hacerlo, Prendas mintió no solo al señalar un dato erróneo como si fuera verdad, sino que volvió a mentir cuando dijo, tanto en este video de su perfil de FB como en la conferencia de prensa del lunes, que Castillo suscribía su afirmación (esto sin mencionar que la mentira es una falta grave dentro de los principios religiosos que validan las acciones del legislador).
Castillo no solo desmintió a Prendas, sino que aceptó que en su trabajo profesional se ha debido enfrentar a la dura decisión de interrumpir un embarazo.
“En cuanto a que no hay enfermedades que tengan relación con el embarazo y que puedan hacer que una madre muera y que, por lo tanto, que no haya necesidad de hacer interrupción del embarazo, también yo lo niego como profesor de pregrado universitario, como profesor de especialidad en Medicina Interna, como un médico con 40 años de practicar la Medicina.
“Yo, personalmente, me he enfrentado a situaciones donde he tenido que hacer el diagnóstico de, por ejemplo, un embarazo ectópico (aquel en el que el embrión se aloja en las trompas de Falopio), donde debo decirle al ciudadano o al ginecólogo ‘señor, esta paciente está en condición, hay que operarla y eliminar el embarazo’», dijo Castillo al diario La Nación.
Posando para la foto

No solo eran los de Nueva República. La lancha populista estaba integrada incluso por enemigos políticos de Prendas, como la diputada Xiomara Rodríguez, quien se ha mantenido fiel a Carlos Avendaño bajo la bandera del sol de Restauración Nacional, y que haciendo gala de su título de médica, daba alguna idea de formalidad a las declaraciones de Prendas.
También apareció en la foto el diputado del Partido Republicano, Dragos Donalescu, quien se ha vuelto popular por incendiarios videos de redes sociales que al menos, tienen la gracia de acercar a los espectadores a los lugares internos del Congreso.
Con ellos, haciendo comparsa y validando con su presencia las declaraciones de Prendas, también posó para la foto otro diputado médico: Luis Antonio Aiza, del PLN, y el joven jefe de fracción del PUSC, Erwen Masís.
¿Dónde estaban los asesores? ¿Quién les advirtió del entuerto? ¿Cuánta plata cuesta mantener este nivel de debate? En fin, son preguntas que siguen en el aire poco más de un día después del incendio en redes sociales y de discusión estéril sobre verdades prejuiciadas, mientras tanto, el video donde el diputado insiste en sus verdades falseadas sigue al aire, y que no se deben olvidar, pues los hechos falsos y las verdades alternativas, pueden y moldean, penosamente, un amplio sector de la opinión pública, y por lo tanto, afectan las decisiones del Estado que al fin de cuentas, tocan a toda la ciudadanía:
La defensa de la vida desde la concepción no se negocia, por eso impulsamos un proyecto de ley para establecer los derechos de la niñez no nacida en Costa Rica. Los invito a ver, comentar y compartir este vídeo y sigamos diciendo SÍ A LA VIDA.#NuevaRepública#JPR
Posted by Jonathan Prendas – Diputado on Monday, January 28, 2019