Vendrán nuevas y falsas promesas, superficiales shows mediáticos (cuyos medios también apuestan). Los partidos tradicionales de la corrupción y otros “favorecidos” por los medios de desinformación ocuparán las páginas, pantallas de televisión y ondas radiales. Hablarán sin decir nada, propondrán si proponer nada, buscarán la forma de desviar la atención y ocultar sus verdaderas intenciones.
por: Aarón Chinchilla / 6 febrero, 2021
*Por: Martín Rodríguez E.
Los partidos PLN, PUSC, PAC, y todos los que formaron parte del mal llamado “Gobierno de unidad nacional”, son cómplices de todo lo hecho y desecho por dos gobiernos del PAC, han demostrado que en su política existe una ética que es diferente de la ética realmente humana.
Han convertido a los tres poderes del Estado en un lugar donde se miente, se engaña, se distorsiona, traiciona; de este modo se justifica el más grande retroceso en derechos humanos de la historia de Costa Rica, al menos desde la guerra civil de 1948-1949 que fue el peor momento, cuando se instauró una dictadura, que persiguió, encarceló, extraditó y asesinó a los contrarios.
Este retroceso ha sido provocado especialmente por la corrupción, por los malditos corruptos que han carcomido toda la institucionalidad pública, por el gran sector empresarial costarricense y el transnacional. Los casos de chorizos conforman una lista interminable. Expresidentes, exdiputados, exalcaldes, jefes policiales, jueces, gerentes, y otros han sido agarrados con “las manos en la masa”, y ni así apenas deben estar unas horas en la cárcel. Sus casos, muchas veces, y gracias a la complicidad terminan por prescripción, es decir, por el simple correr del tiempo.
El sistemático ataque a los derechos humanos fundamentales, laborales y económicos de la clase trabajadora, por parte del sector empresarial y sus medios de comunicación, es tan brutal que el calificativo de acoso se le queda corto. Hoy las Convenciones Colectivas de Trabajo, el corazón del sindicalismo, como la única forma de lograr mejoras en las condiciones laborales y salarios dignos, son el centro del ataque visceral del gran empresariado.
El hipócrita y miserable mensaje del presidente Carlos Alvarado, como mensajero del sector empresarial, exigiendo “transparencia” en la negociación de la Convención Colectiva de Recope contrasta con la solicitud de “confidencialidad” cuando se trata de “perdonar” deudas por más de ¢6 mil millones de colones a empresarios, incluso de la caña, por supuestas pérdidas por la pandemia. Más de “2.700 préstamos de agricultores sin que tengan que demostrar pérdidas por pandemia.”
El dinero saldrá del bolsillo de todos los costarricenses por medio del Sistema Banca para el Desarrollo. ¿Saben quién es uno de los mayores productores de caña en Costa Rica?, ¿Saben que el sindicato de empresarios de la caña representa a los mayores “productores” millonarios?
Pero no se quedan ahí, en medios se conoció que “Aunque los diputados conocieron los nombres de los beneficiarios del Fonade, Fondo Nacional de financiamiento de la actividad empresarial, de donde adquirieron los empresarios las supuestas deudas no recibieron información de los montos a condonar, ni las condiciones del deudor.
Es decir, no saben si se trata de una persona o empresa que esté en mora o al día con los préstamos.”, y los diputados que impulsan el proyecto de Ley indican que “esa información no podía trascender por asuntos de confidencialidad”, pese a que la condonación se asume con recursos públicos.
También se pagó parte sustancial de las deudas de grandes empresarios agrícolas. de los que nunca se dieron ni montos ni nombres, se sabe que algunos eran grandes empresarios y destacados dirigentes de los partidos de la gran burguesía.
Tampoco dice nada de nada de los ₡194.000 millones que el gobierno le regaló a los evasores con la llamada amnistía tributaria. No solo no pagan, los premian por no pagar.
Por otra parte, el gobierno le regala a la concesionaria española AERIS, que administra el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría, casi $30 millones (18.500 millones cuatrocientos mil colones) de recursos de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) que debía ser utilizados en urgente infraestructura aeronáutica. ¿Adivinan cuál es la justificación?, sí, la pandemia.
Pero que conste que a pesar de la pandemia el saqueo a las arcas del Estado viene desde hace muchas décadas, la lista de nombres de los grandes evasores que publicó Hacienda, a raíz de un fallo de la Sala IV en 2018, dejó al descubierto unas doscientas grandes empresas que durante la última década declararon, pérdidas o cero utilidades y no pagaron impuestos. Entre los grandes evasores hay empresas del cemento, cervecería, hoteles de lujo, constructoras, bancos privados, empresas telefónicas privadas, ingenios de la caña y hasta universidades privadas, muchas son corporaciones transnacionales y otros son grandes corporaciones de millonarios costarricenses. Así que el timo de la pandemia es nuevo y muy oportuno para continuar el saqueo.
Hoy se “abren los fuegos” electorales y los tradicionales y corruptos partidos políticos buscan el botín de la multimillonaria deuda política, venden candidaturas y asientos legislativos en muchos millones de colones. El narcotráfico se frota las manos y busca como financiar candidatos y campañas electorales, para luego pedir la devolución “del favor”.
Vendrán nuevas y falsas promesas, superficiales shows mediáticos (cuyos medios también apuestan). Los partidos tradicionales de la corrupción y otros “favorecidos” por los medios de desinformación ocuparán las páginas, pantallas de televisión y ondas radiales. Hablarán sin decir nada, propondrán si proponer nada, buscarán la forma de desviar la atención y ocultar sus verdaderas intenciones.
Cuando se habla de miseria es a la que llevan al pueblo costarricense, pobreza, desempleo, hambruna, muerte, de la clase trabajadora, de los pobladores de las comunidades indígenas, de los pescadores artesanales y de los campesinos.
Cuando se habla de miserables estafadores, se habla de narcotráfico, de evasión, de elusión, de contrabando, de corrupción, se está hablando de los partidos políticos tradicionales que han gobernado este país, se está hablando de los multimillonarios.
*Rodríguez es comunicador social
*La opinión expresada en este espacio no necesariamente representa la línea editorial de PULSOCR, sino exclusivamente responsabilidad de su autor.