Alianza Evangélica desautoriza a diputados que protestan ante cierre de cultos por COVID-19


La Alianza Evangélica Costarricense desautorizó a los diputados evangélicos que hablan en nombre de la comunidad evangélica en el país, y reivindicó su papel como vocera oficial de esta comunidad.


por: Aarón Chinchilla / Esteban Mata / 7 abril, 2020

La Alianza Evangélica Costarricense desautorizó a los diputados evangélicos que hablan en nombre de la comunidad evangélica en el país, y reivindicó su papel como vocera oficial de esta comunidad.

Mediante una nota pública firmada por el presidente la Federación Alainza Evangélica Costarricense (FAEC), Rigoberto Vega Alavadaro, la agrupación fustigó a los diputados que cuestionan el proceder de las autoridades en el cierre de iglesias como parte de la atención del Covid-19.

“(…) exhortamos a que nadie se atribuya representación que no le corresponde, absteniéndose de hacer llamados y solicitudes que como Alianza Evangélica no estamos pidiendo que se hagan”, reza la nota.

Una semana atrás los diputados del bloque evangélico en en el Congreso denunciaron públicamente el cierre de una iglesia evangélica en Pérez Zeledón lo que causó molestia y discusiones entre diputados de distintas bancadas.

“Rogamos vehementemente, no politizar un tema tan delicado como lo es la triste crisis y emergencia nacional que estamos viviendo con la pandemia provocada por el Covid-19”.

El vocero de las iglesias evangélicas reiteró la aclaración de que “ningún partido político es miembro” de la federación, por lo que “ningún partido político puede atribuirse ser la voz, ni la representación de la iglesia cristiana evangélica”.

Un choque con las autoridades

Según relata el periódico Maranata, el lunes 30 de marzo, oficiales de Fuerza Pública se apersonaron a la iglesia “Martillos de Guerra” y clausuraron sus instalaciones, luego que se reportara sobre una reunión de carácter religioso.

El pastor Víctor Palomo le indicó al medio que no hubo forma de convencer a las autoridades de ingresar al templo, sino que más bien, se limitaron a cerrar el local y posteriormente, arribó al lugar otra patrulla con refuerzos.

Dicha situación causó molestia entre diputados conservadores, quienes protestaron por el cierre de la iglesia, a pesar que el Gobierno emitió una directriz que prohibía cultos por la emergencia del COVID-19.

El primero en quejarse fue el diputado fabricista (y pastor) Harllan Hoepelman quien manifestó que se sentía preocupado por la situación.

“Quiero levantar la voz y decirle a los compañeros que las iglesias no solo sirven para convocar gente: Hay algunas donde se da sostenimiento espiritual, moral, psicológica a grupos. La iglesia no solo se abre para convocar gente. Yo no veo en la directriz de salud que hay que cerrar iglesias.

“Fuerza Pública interpretó cerrar la iglesia y estamos en un momento en que las iglesias están repartiendo comida, ayudando gente, hacen labor social. Por eso, debemos revisar ese vacío legal que causa malas interpretaciones. Eso pasó en Pérez Zeledón, San José, Tibás, Sarapiquí. Necesitamos revisar esa interpretación. El parte policial dice 13 personas, pero es una iglesia de 1300 kilómetros cuadrados. Necesitamos claridad para pastores como Fuerza Pública”.

En respuesta, la socialcristiana María Vita Monge señaló que “Martillos de Guerra” incumplió la directriz del Gobierno

“En Pérez Zeledón, se han reportado tres casos de COVID. Algunos no guardan medidas. La iglesia no cumplió y la policía actuó a derecho. No se puede engañar a la población costarricense ni se puede engañar a Pérez Zeledón diciendo que habían pocas personas . Hay vídeos que demuestran que había una cantidad grande de personas, incumpliendo medidas sanitarias. Hago un llamado a Pérez Zeledón para que se queden en sus casas. No es el momento para hacer actividades religiosas, deportes. No se vale que hagan las cosas y luego se quiten”.

Las palabras de Vita enardecieron a la bancada fabricista, quienes salieron en defensa de las iglesias.

“En el documento del Ministerio de salud, se habla de aglomeraciones, pero no de cierres. Pedimos que el Ejecutivo sea más claro. Las iglesias están dando consejería, haciendo transmisiones y grabaciones, pero la policía llega y sella cuando la directriz dice otra cosa. Lo que queremos es claridad para que los pastores pueden hacer porque somos responsables”, indicó Ivonne Acuña.

“Se puede entrar en un vacío sin esa claridad. Los pastores vamos a apoyar: Yo sé de la labor social que hacen las iglesias, pero necesitamos dejar claro esto. En el momento que el Ministerio de Salud diga que hay que cerrar todo, los primeros en acatar seremos los cristianos, pero pedimos claridad”, insistió Hoepelmann.

“En este caso solo habían 13 personas. No es un caso aislado. En Sarapiquí llegaban con orden de cierre. No está clara la orden”, manifestó Jonathan Prendas.

Ante ello, Zoila Volio (independiente) hizo el llamado a respetar las autoridades, ya que “no están cerrando iglesias por puro capricho, sino por un tema de responsabilidad ante la emergencia”.

Hay que asimilar que estamos en emergencia. Esto no es permanente ni un capricho. La única manera de salir adelante es con disciplina. Tenemos que acatar la disciplina de las autoridades. Ellas dijeron: Se cierran estadios, conciertos y se cierran iglesias ¡Entonces hay que caso! No podemos permitir que la gente se acumule ¡Estamos jugando con vidas humanas! No es momento de cuestionar las medidas del Ministerio de Salud. La Fuerza Pública está acatando órdenes ¡No son caprichos y yo les doy mi apoyo! ¡O nos disciplinamos o nos disciplinamos!.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *