Lo que debía ser una «norma técnica», se ha vuelto un «botín político», con actores que amenazan con paralizar la aprobación de proyectos de ley en el cierre del año calendario.
por: Aarón Chinchilla / 2 diciembre, 2019
Lo que debía ser una «norma técnica», se ha vuelto un «botín político», con actores que amenazan con paralizar la aprobación de proyectos de ley en el cierre del año calendario.
«Yo se lo voy a decir así: tomaríamos medidas más fuertes para que el Gobierno nos escuche. Como parar el Congreso. Lo digo de parte mía y creo que hay compañeros que me apoyan», decía Nidia Céspedes con sus sombrero de ala ancha y sus grandes anteojos oscuros.
Diputados conservadores advierten al presidente Carlos Alvarado que de firmar la norma técnica, se pondría bajo amenaza proyectos clave para el cierre de año del Gobierno.
Mientras diputados como Nidia Céspedes y políticos como Fabricio Alvarado alientan a la confrontación y debate ideológico sobre un tema técnico, temas como la aprobación de un sistema sancionatorio para la disciplina y castigo de corrupción de diputados duermen el sueño de los justos.
Lo mismo sucede con temas como la segunda entrega de eurobonos, necesaria para la operación del Gobierno el próximo año, junto a otras 15 propuestas dirigidas al reordenamiento económico de las instituciones y de los roles de trabajo en el aparato estatal y privado (también se cuenta el proyecto de «flexibilización laboral»).
La amenaza llega pese a que la agenda de proyectos contó con la colaboración de las bancadas del PUSC, PLN y Restauración.
Los diputados conservadores consideran que la norma técnica del aborto terapéutico abriría portillos para un aborto libre, algo que no coincide con la norma del Código Penal que lo permite.
Pese a los intentos de boicotear la norma técnica, desde el Ministerio de Salud se insiste en que la norma técnica se firmaría en diciembre.
El pulso entre el gobierno y los diputados está abierto. La legisladora Nidia Céspedes insiste en que la norma técnica no es necesaria.